¿Qué son las Enfermedades? Los Resfríos

Los resfríos
Incluso la ciencia médica admite que los seres humanos tienen en forma innata toxinas. Contra éstas se desencadena un proceso fisiológico natural, en el que el organismo intenta deshacerse de ellas expeliéndolas. Llamamos a este proceso purificación. Inicialmente las toxinas se acumulan en diferentes partes del cuerpo, en particular en aquellas áreas que tienen nervios que se usan mucho, como la parte superior del cuerpo, en especial cerca del cerebro. Cuando una persona está despierta, su cerebro, sus ojos, oídos, nariz y boca, están en actividad constante, aun cuando sus piernas y brazos estén en reposo. Como consecuencia, las toxinas se acumulan principalmente en el área cercana al cerebro, y luego en los hombros, cuello, glándulas linfáticas, la parte superior de la columna vertebral y la región de las glándulas que están bajo los oídos. Gradualmente , estas acumulaciones localizadas de toxinas se endurecen. Cuando el endurecimiento llega a cierto grado, el proceso de eliminación se inicia. Esto debería verse como una bendición natural. Estas acumulaciones interfieren en la circulación sanguínea, y causan rigidez en los hombros y en el cuello, dolores o pesadez de cabeza, reducción de la visión, pérdidas del sentido del oído, narices obstruidas, reducción del sentido del olfato, piorrea, deterioro dental, dificultades para respirar, pesadez en piernas y brazos, dolores de espalda, hinchazón; y reducen el vigor a tal punto, que los seres humanos son incapaces de realizar sus misiones originarias. Para evitar esto, el Creador nos dotó del espléndido proceso de purificación, cuyos síntomas nosotros llamamos enfermedades.
Si los dolores que aparecen con la eliminación de las toxinas son lo que se conoce como enfermedades, y estas enfermedades purifican la sangre, entonces se las debería considerar como la más grande de todas la bendiciones de Dios, debido a que son los elementos esenciales en toda buena salud. Podría ser que si no estuvieran expuestos a las enfermedades, los seres humanos gradualmente se irían debilitando, y ta vez se extinguirían. Como yo abogo por la creación de un mundo sin enfermedades, podría parecer contradictorio que yo dijera esto, pero no es éste el caso. Lo que yo quiero decir, es la eliminación de todas las toxinas, para que los procesos de purificación no sean más necesarios, y por tanto, las enfermedades desaparezcan. Ahora explicaré lo que quiero decir, de la mejor manera pasible.
Hemos llamado al proceso de eliminación de toxinas endurecidas, purificación. Cuando una persona atrapa un resfrío, el primer síntoma que tiene es la fiebre. La naturaleza emplea la fiebre para disolver las toxinas endurecidas, licuificándolas, para facilitar así su eliminación. Este es un proceso en realidad místico. Por ejemplo, di disolvemos las toxinas mediante johrei, inmediatamente esos líquidos se dirigen a los pulmones, atravesando los músculos y los huesos. La situación es ligeramente benigna cuando las toxinas se concentran en sólo uno o dos lugares del cuerpo, pero se convierte en algo más serio a medida que se incrementa el número de puntos de concentración. Es por esto que un resfrío que podría parecer benigno en un principio, se complica en ocasiones.
Como he explicado, las toxinas ligeramente licuificadas entran en los pulmones, y la más diluidas, inmediatamente son expelidas del cuerpo bajo forma de esputos. En cambio, si son demasiado densas, permanecen allí temporalmente, esperando la operación e bombeo llamada tos, por lo que son eliminadas por medio de la tráquea. Consecuentemente, la tos es seguida inmediatamente por descargas nasales. Los movimientos iniciales para expeler las toxinas, que han sido licuificadas, causan dolores de cabeza, dolores en la garganta, inflamaciones en las partes internas de los oídos, en las glándulas linfáticas, así como en las piernas, brazos y axilas. Esto ocurre como consecuencia de la estimulación de los nervios. Así, las toxinas licuificadas se dividen en densas y diluidas. Las que son densas son eliminadas del cuerpo con los esputos, descargas nasales o diarreas; en cambio aquellas que están extremadamente diluídas, son eliminadas en sudores nocturnos o , por la orina. Esa forma completamente natural y racional, por medio de la cual se realiza el proceso de purificación, no puede hacer más que maravillarnos del Creador. No hay razón para pensar por qué el Creador, Dios, habría creado a los seres humanos para luego imponerles las enfermedades, con el sólo propósito de causarles sufrimiento, y para impedirles sus actividades. Los hombres siempre son saludables, pero lo que ocurre es que, por error, ellos producen toxinas y dejan que se les acumulen; por esta razón el proceso de acumulación es inevitable y esencial.
...continuara...
Mokichi Okada
15 de Agosto de 1951
La verdadera salud revelada por Dios - pág. 87